martes, 22 de octubre de 2024

Miércoles de la Vigésimo Novena Semana del tiempo Ordinario


 

Ef 3, 2-12

En el pasado del pueblo de Dios (Antiguo Testamento), pocos se dieron cuenta de que el Dios de Israel era el Dios de toda la humanidad. En los tiempos de Cristo y del Espíritu, la comprensión de este proyecto se volvió clara.

José Bortolini

 

San Pablo ha recibido un encargo respecto a la Iglesia que nace y crece en Éfeso. San Pablo sabe descubrir que está preso y que ese aprisionamiento tiene una razón de ser: está preso porque cumple la misión que Jesucristo le encargó, y ese encarcelamiento es a favor de los no-judíos, o sea por ellos, los de Éfeso. Prisión favorable al cumplimiento de una tarea como Enviado (Apóstol de los gentiles).

 

Jesús le ha encargado

a)    Anunciar lo que Él en su Bondad ha dispuesto

b)    Pablo sabe lo que tiene que anunciar porque se le ha manifestado por medio de “Revelación”

c)    Se le ha dado a saber el “Misterio” de Jesucristo. No nos cansamos de recordarles que la nuestra no es una religión mistérica, donde algunos elementos se les revelan sólo a ciertos jerarcas, precisamente para mantenerlos y elevarles su sitial; escuelas religiosas del mundo grecorromano cuya participación estaba reservada a iniciados (mystai). En nuestra fe, Dios, lo que nos da a conocer, es “Su proyecto”, nos lo Revela, no lo podríamos conocer de ninguna manera si Él no nos lo “revelara”. Pero una vez “revelado” todos podemos conocerlo. No son “secretos” como se ha pretendido, cosas que el “Vaticano” se guarda en el cajón de su egoísmo, porque sólo ellos lo pueden saber. Esos son embelecos de otra clase de religión: Los misterios más famosos de la antigüedad grecorromana fueron los Misterios eleusinos, o el mitraísmo, religión mistérica muy difundida en el Imperio romano entre los siglos I y IV d. C. en que se rendía culto a una divinidad llamada Mitra y que tuvo especial implantación entre los soldados romanos.

d)    Claramente san pablo expresa que el Misterio de Cristo no se había revelado antes, pero que ahora si el Espíritu Santo lo ha mostrado, a los santos (recuérdese que significa “bautizados, era un concepto distinto del que nosotros manejamos ahora de “santidad”), y extendido a los gentiles conversos al cristianismo.

e)    A estos “conversos” pablo los designa, como “participes” de la misma Promesa de Jesucristo. ¿Y, cómo los ha hecho participes? Entregándoles el Evangelio

f)     Para que lo pudiera comunicar con eficacia, el Señor mismo le ha entregado a Pablo el poder y la Gracia para anunciar.


 

San Pablo no viene aquí a dárselas de “café con leche”, no dice que él haya recibido esta Revelación porque él era muy bueno, o muy tiernos, o por pasársela horas y horas orando. San Pablo, mirando su propio pasado y su vida, se da cuenta que él sería el más indigno, el más mínimo de todos los bautizados.

 

Dios en la Persona de su Santísimo Hijo plugo posar sus ojos en él para llegarle a los paganos, y así, encontró un “canal” para llegarse hasta ellos. Así lo tenía previsto y así lo ha realizado.

 

Así concluye la perícopa, declarando que, por ese Misericordioso designio Divino, ahora tenemos acceso libra a lo que antes estaba envuelto en las espesas tinieblas de la ignorancia.

 

Dios tuvo a bien taladrar una claraboya, en lo alto, y quiso posar sus ojos en San Pablo para que fuera por su conducto que se nos despejara la ceguera de lo que de otra manera sería inaccesible.

 

Muchas veces pensamos que esta elección tuvo dos razones esenciales:

i)      Aun cuando Pablo iba por el camino equivocado, el tesón de su fe 2farisaica”, llevaba en sí el embrión de una sólida y sincera fe, modelo de la que sería una fe cristiana.

ii)     San pablo había recibido una formación muy profunda en el judaísmo, como discípulo que había sido de Gamaliel. Esa fundamentación le llegaría a ser útil para hablar de las verdades reveladas con un lenguaje adecuado el escenario histórico donde le correspondió evangelizar.

 

Así Pablo (antes Saulo), se injerta en la línea de los primeros misioneros de nuestra fe, para llegar a los no judíos.

 

Sal Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6

Esta perícopa que hoy tomamos como Salmo, proviene del Primer Isaías, que abarca los capítulos 1-39 del Libro de Isaías. En el proto-Isaías, encontramos un bloque, formado por los capítulos 7-12, que llamamos el Libro del Emmanuel, donde se declara que Dios es inmanente, que siempre está “en medio” de su pueblo, pero su permanencia está sujeta a la fe y la confianza de su pueblo, Él nos acompaña condicionado a que mantengamos la Amistad activa; los más rigurosos investigadores solo llevan en el Libro de Immanuel hasta 9, 6a, después de lo cual, el profeta nos hablará de la Ira de Dios contra Israel. En el capítulo 11, 1-9, encontramos el más celebra de los poemas mesiánicos de Isaías. En cualquier caso, este capítulo 12 es un Canto Eucarístico (de Acción de Gracias). Con este capítulo se cierra la Primera Sección de la Primera Parte. Luego el profeta pasará a comunicar mensajes dirigidos a otros pueblos, distintos del Israelita.

 

¿Que agradece? Que, aunque el Señor estuvo enojado con ellos, cesó su ira y les devolvió la Paz.

 

Conviene aquí recordar dos detalles biográficos del Primer Isaías: que él tuvo su cuna en Jerusalén, capital de Judá. Y que su fecha natal se ha historiado al año 740 a. C. Lo cual es de ayuda y utilidad para contextualizar el himno.

 

En la primera estrofa se declaran los siguientes puntales

a)    Él es mi Dios y Salvador

b)    Eso le da pie a poder confiar y a no tener miedo

c)    Sabe que su poder proviene del Señor, es Él quien lo salva

d)    La dicha de este pueblo será ir a Dios -como si Él fuera un Pozo- y sacar de allí el agua que “Salva”

 

En la segunda estrofa:

a)    Nos llama a ser agradecidos

b)    A pronunciar el Nombre de Dios invocándolo

c)    Contar a los pueblos las hazañas que Dios obra

d)    A proclamar el Excelso שֵׁם [shem] “Nombre” del Señor, “renombre”, “fama”, “reputación”.

 

En la tercera estrofa:

a)    Nos dice que cantemos con cánticos que declaran que Dios hace Proezas

b)    Anunciarlas a todo el planeta

c)    Que los de Jerusalén griten con el corazón embargado de júbilo

d)    Porque, Dios-que-nos-acompaña, muestra su Grandeza, reinando en el “centro” de nuestra celebración, de nuestra Asamblea.

 

Todo esto se hace por gratitud. La gratitud es un componente de la fe, es el reconocimiento de la Misericordia del Señor que siempre nos asiste.

 

 

Lc 12, 39-48

μακάριος [Makarios] “Bienaventurado

A quien se le dio mucho, se le pedirá mucho; al que mucho se le confió, más se le exigirá.

Lc 12, 48defg

 



Continúa enseñándonos Jesús a estar permanentemente atentos, siempre en guardia, nunca descuidados, nunca desentendernos de la malicia del Enemigo, sino vigilantes, como un centinela en su atalaya (la palabra atalaya proviene del árabe "atalayi" que significa los centinelas, la palabra ha pasado a ser el nombre de la torre desde donde hacen su guardia los centinelas). El Señor nos está hablando de “preparación”, hay que estar preparados y tener bien llenas las reservas de aceite para alimentar la lámpara, hasta la Segunda Venida.

 

Una de las estratagemas que le hemos detectado al Maligno y que él gusta de implementar con frecuencia es el desprestigio de Dios. Y, ha hecho de su supuesta “tardanza”, una de las demostraciones más efectivas para clavarnos sus zarpas. Dios es libérrimo, se ha atado solamente a sus Promesas; en lo demás ha conservado su más amplia libertad, por ejemplo, para tardarse, si eso tiene a bien. No dijo en ningún caso que su regreso sería, digamos, por ejemplo, en el año 100 de su nacimiento. La fe está sentada en el Trono de la Espera; Parusía con fecha fija, mataría la oportunidad de creer desafiando el tiempo incierto en el que practicamos

a)    No pegarle a los criados y criadas

b)    No comer y no beber absteniéndonos de la glotonería y la ebriedad

c)    Y, repartiéndoles -a todos- sus respectivas raciones en el momento indicado

 


Es un encargo que hemos recibido del Señor, nuestra vigilancia y nuestro estado siempre alerta, es el de un “comisionado” a quien se le ha puesto en funciones de administrador, no manejamos una riqueza propia, no somos dueños del tiempo, se nos da tiempo para que responsablemente asumamos la “mayordomía” encargada. Haciendo, de esta manera, méritos (pero los méritos no son una moneda de paga, y el Señor nos da por Gratuidad, eso ya lo hemos oído, sino gestos coquetos que tenemos para con el Amado); llegada la hora recibiremos la herencia anhelada de su Amor. Nos ha entregado esta bienaventuranza, que encierra en sí, la promesa de su Justicia.

 

El Señor viene “pronto”, pero ¿cómo podemos traducir en lengua humana el significado de la palabra “pronto” dicha por los Labios Divinos?

 

Sobre nosotros pesa tamaña responsabilidad, porque no a muchos se les ha revelado la Mística de los Relojes Celestiales, con su Misericordioso tic-tac, Clemente con generaciones y generaciones que, gracias a la que muchos llaman “tardanza”, ven en el fondo de sus vidas, Las Puertas Abiertas de la Eternidad.

 


Decimos מרנאתא Marana Tha, pero no para apremiarte, ¡oh Señor! sino para Proclamarte.

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