Ef
3, 2-12
En el pasado del pueblo
de Dios (Antiguo Testamento), pocos se dieron cuenta de que el Dios de Israel
era el Dios de toda la humanidad. En los tiempos de Cristo y del Espíritu, la
comprensión de este proyecto se volvió clara.
José Bortolini
San
Pablo ha recibido un encargo respecto a la Iglesia que nace y crece en Éfeso. San
Pablo sabe descubrir que está preso y que ese aprisionamiento tiene una razón
de ser: está preso porque cumple la misión que Jesucristo le encargó, y ese
encarcelamiento es a favor de los no-judíos, o sea por ellos, los de Éfeso.
Prisión favorable al cumplimiento de una tarea como Enviado (Apóstol de los
gentiles).
Jesús
le ha encargado
a) Anunciar lo que Él
en su Bondad ha dispuesto
b) Pablo sabe lo que
tiene que anunciar porque se le ha manifestado por medio de “Revelación”
c) Se le ha dado a
saber el “Misterio” de Jesucristo. No nos cansamos de recordarles que la
nuestra no es una religión mistérica, donde algunos elementos se les revelan sólo
a ciertos jerarcas, precisamente para mantenerlos y elevarles su sitial; escuelas
religiosas del mundo grecorromano cuya participación estaba reservada a
iniciados (mystai). En nuestra fe, Dios, lo que nos da a conocer, es “Su
proyecto”, nos lo Revela, no lo podríamos conocer de ninguna manera si Él no
nos lo “revelara”. Pero una vez “revelado” todos podemos conocerlo. No son
“secretos” como se ha pretendido, cosas que el “Vaticano” se guarda en el cajón
de su egoísmo, porque sólo ellos lo pueden saber. Esos son embelecos de otra
clase de religión: Los misterios más famosos de la antigüedad grecorromana
fueron los Misterios eleusinos, o el mitraísmo, religión mistérica muy
difundida en el Imperio romano entre los siglos I y IV d. C. en que se rendía
culto a una divinidad llamada Mitra y que tuvo especial implantación entre los
soldados romanos.
d) Claramente san
pablo expresa que el Misterio de Cristo no se había revelado antes, pero que
ahora si el Espíritu Santo lo ha mostrado, a los santos (recuérdese que
significa “bautizados, era un concepto distinto del que nosotros manejamos
ahora de “santidad”), y extendido a los gentiles conversos al cristianismo.
e) A estos “conversos”
pablo los designa, como “participes” de la misma Promesa de Jesucristo. ¿Y,
cómo los ha hecho participes? Entregándoles el Evangelio
f) Para que lo pudiera
comunicar con eficacia, el Señor mismo le ha entregado a Pablo el poder y la
Gracia para anunciar.
San
Pablo no viene aquí a dárselas de “café con leche”, no dice que él haya
recibido esta Revelación porque él era muy bueno, o muy tiernos, o por
pasársela horas y horas orando. San Pablo, mirando su propio pasado y su vida,
se da cuenta que él sería el más indigno, el más mínimo de todos los
bautizados.
Dios
en la Persona de su Santísimo Hijo plugo posar sus ojos en él para llegarle a
los paganos, y así, encontró un “canal” para llegarse hasta ellos. Así lo tenía
previsto y así lo ha realizado.
Así
concluye la perícopa, declarando que, por ese Misericordioso designio Divino,
ahora tenemos acceso libra a lo que antes estaba envuelto en las espesas
tinieblas de la ignorancia.
Dios
tuvo a bien taladrar una claraboya, en lo alto, y quiso posar sus ojos en San
Pablo para que fuera por su conducto que se nos despejara la ceguera de lo que
de otra manera sería inaccesible.
Muchas
veces pensamos que esta elección tuvo dos razones esenciales:
i) Aun cuando Pablo
iba por el camino equivocado, el tesón de su fe 2farisaica”, llevaba en sí el
embrión de una sólida y sincera fe, modelo de la que sería una fe cristiana.
ii) San pablo había
recibido una formación muy profunda en el judaísmo, como discípulo que había
sido de Gamaliel. Esa fundamentación le llegaría a ser útil para hablar de las
verdades reveladas con un lenguaje adecuado el escenario histórico donde le
correspondió evangelizar.
Así
Pablo (antes Saulo), se injerta en la línea de los primeros misioneros de
nuestra fe, para llegar a los no judíos.
Sal
Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
Esta
perícopa que hoy tomamos como Salmo, proviene del Primer Isaías, que abarca los
capítulos 1-39 del Libro de Isaías. En el proto-Isaías, encontramos un bloque,
formado por los capítulos 7-12, que llamamos el Libro del Emmanuel, donde se declara
que Dios es inmanente, que siempre está “en medio” de su pueblo, pero su
permanencia está sujeta a la fe y la confianza de su pueblo, Él nos acompaña
condicionado a que mantengamos la Amistad activa; los más rigurosos
investigadores solo llevan en el Libro de Immanuel hasta 9, 6a, después de lo
cual, el profeta nos hablará de la Ira de Dios contra Israel. En el capítulo
11, 1-9, encontramos el más celebra de los poemas mesiánicos de Isaías. En
cualquier caso, este capítulo 12 es un Canto Eucarístico (de Acción de
Gracias). Con este capítulo se cierra la Primera Sección de la Primera Parte.
Luego el profeta pasará a comunicar mensajes dirigidos a otros pueblos,
distintos del Israelita.
¿Que
agradece? Que, aunque el Señor estuvo enojado con ellos, cesó su ira y les
devolvió la Paz.
Conviene
aquí recordar dos detalles biográficos del Primer Isaías: que él tuvo su cuna
en Jerusalén, capital de Judá. Y que su fecha natal se ha historiado al año 740
a. C. Lo cual es de ayuda y utilidad para contextualizar el himno.
En
la primera estrofa se declaran los siguientes puntales
a) Él es mi Dios y
Salvador
b) Eso le da pie a
poder confiar y a no tener miedo
c) Sabe que su poder
proviene del Señor, es Él quien lo salva
d) La dicha de este
pueblo será ir a Dios -como si Él fuera un Pozo- y sacar de allí el agua que
“Salva”
En
la segunda estrofa:
a) Nos llama a ser
agradecidos
b) A pronunciar el
Nombre de Dios invocándolo
c) Contar a los
pueblos las hazañas que Dios obra
d) A proclamar el
Excelso שֵׁם
[shem] “Nombre” del Señor, “renombre”, “fama”, “reputación”.
En
la tercera estrofa:
a) Nos dice que
cantemos con cánticos que declaran que Dios hace Proezas
b) Anunciarlas a todo
el planeta
c) Que los de
Jerusalén griten con el corazón embargado de júbilo
d) Porque,
Dios-que-nos-acompaña, muestra su Grandeza, reinando en el “centro” de nuestra
celebración, de nuestra Asamblea.
Todo
esto se hace por gratitud. La gratitud es un componente de la fe, es el
reconocimiento de la Misericordia del Señor que siempre nos asiste.
Lc
12, 39-48
μακάριος [Makarios] “Bienaventurado”
A quien se le dio
mucho, se le pedirá mucho; al que mucho se le confió, más se le exigirá.
Lc 12, 48defg
Continúa
enseñándonos Jesús a estar permanentemente atentos, siempre en guardia, nunca
descuidados, nunca desentendernos de la malicia del Enemigo, sino vigilantes,
como un centinela en su atalaya (la palabra atalaya proviene del árabe
"atalayi" que significa los centinelas, la palabra ha pasado a ser el
nombre de la torre desde donde hacen su guardia los centinelas). El Señor nos
está hablando de “preparación”, hay que estar preparados y tener
bien llenas las reservas de aceite para alimentar la lámpara, hasta la Segunda
Venida.
Una
de las estratagemas que le hemos detectado al Maligno y que él gusta de
implementar con frecuencia es el desprestigio de Dios. Y, ha hecho de su
supuesta “tardanza”, una de las demostraciones más efectivas para clavarnos sus
zarpas. Dios es libérrimo, se ha atado solamente a sus Promesas; en lo demás ha
conservado su más amplia libertad, por ejemplo, para tardarse, si eso tiene a
bien. No dijo en ningún caso que su regreso sería, digamos, por ejemplo, en el
año 100 de su nacimiento. La fe está sentada en el Trono de la Espera; Parusía
con fecha fija, mataría la oportunidad de creer desafiando el tiempo incierto
en el que practicamos
a) No pegarle a los
criados y criadas
b) No comer y no beber
absteniéndonos de la glotonería y la ebriedad
c) Y, repartiéndoles
-a todos- sus respectivas raciones en el momento indicado
Es
un encargo que hemos recibido del Señor, nuestra vigilancia y nuestro estado
siempre alerta, es el de un “comisionado” a quien se le ha puesto en funciones
de administrador, no manejamos una riqueza propia, no somos dueños del tiempo,
se nos da tiempo para que responsablemente asumamos la “mayordomía” encargada.
Haciendo, de esta manera, méritos (pero los méritos no son una moneda de paga,
y el Señor nos da por Gratuidad, eso ya lo hemos oído, sino gestos coquetos que
tenemos para con el Amado); llegada la hora recibiremos la herencia anhelada de
su Amor. Nos ha entregado esta bienaventuranza, que encierra en sí, la promesa
de su Justicia.
El
Señor viene “pronto”, pero ¿cómo podemos traducir en lengua humana el
significado de la palabra “pronto” dicha por los Labios Divinos?
Sobre
nosotros pesa tamaña responsabilidad, porque no a muchos se les ha revelado la
Mística de los Relojes Celestiales, con su Misericordioso tic-tac, Clemente con
generaciones y generaciones que, gracias a la que muchos llaman “tardanza”, ven
en el fondo de sus vidas, Las Puertas Abiertas de la Eternidad.
Decimos
מרנאתא Marana Tha, pero no para apremiarte, ¡oh Señor! sino para
Proclamarte.
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