sábado, 20 de enero de 2024

Sábado de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario



2S 1, 1-4. 11-12. 19. 23-27.

Cada vez que cambiamos de Libro, nos disponemos para ir llevando el hilo con el siguiente, anunciamos cuál será nuestro programa de trabajo, para su estudio, presentándolos como cursillos bíblicos, sobre los Libros canónicos. Tendremos este nuevo cursillo, con ocho lecciones empezando hoy -hasta el 31 de enero- sobre el Segundo Libro de Samuel. Exceptuaremos los días 25 y 26, de este mes de enero, (próximos miércoles y jueves), porque en esas fechas celebraremos la memoria de San Pablo Apóstol y de los Santos Timoteo y Tito, respectivamente, y en esas celebraciones tendremos Lecturas propias.

 

Ayer leímos una perícopa tomada de 1S, 24, 3-21. En el capítulo 25 tenemos la historia de Cabal, Abigaíl y David. En el capítulo 26 se repite la historia que leímos ayer, solo que esta vez Saúl no había ido al baño, sino que estaba profundamente dormido. Tampoco le corto la “orla del manto” sino que se llevaron, en prenda, la lanza y una jarra de agua de la cabecera.

 

En el capítulo 27, David se pone a pensar que -con la fama ganada por Saúl, y ya bien demostrada, que no cumplía su palabra-, David dice: “tarde o temprano, Saúl me va a matar”. Y huyó a Gat. Cuando Saúl se enteró, ahí sí tuvo descanso, y dejó de perseguirlo. Allí en territorio filisteo y con una táctica de guerrillas, medró David a sus anchas, exterminando a todos los que fueron saqueados por él para que nadie fuera a contar en Gad, como se estaba aprovechando y ocultaba sus correrías. Es importante leer este capítulo porque nos deja entrever mejor el perfil davídico.

 

En el capítulo 28, Saúl aparece contratando “adivina” de la Avenida Caracas (es que aquí, en Bogotá, es una zona donde proliferan los profesionales de este ramo), era una espiritista, renombrada de Endor, donde Saúl -que había prohibido la brujería bajo pena de muerte y a la que él acude disfrazado- le vaticinó, por boca de Samuel que fue el espíritu invocado por la nigromante, que al otro día moriría y que el campamento de los israelitas caería bajo el acoso filisteo. La tal espiritista -una vez concluido el ritual de invocación- le dio de comer a Saúl y su escolta, y volvieron a su campamento.

 

El capítulo 29 gira en torno al desenmascaramiento de David por los filisteos, y como estos le exigieron a Aquis retirarle el apoyo y expulsarlo de su territorio y que no siguiera apoyando al ejercito de los filisteos, pues era un mercenario, mezclado entre ellos.

 

El capítulo 30 trae la victoria de David sobre los amalecitas -que los habían atacado y habían secuestrado a sus mujeres y hurtado su botín, así como incendiado su campamento.

 

Al volver victoriosos, 200 hombres que no habían ido a esta excursión sobre los Amalecitas, esperaban la parte de la paga que les tocaba, pero los del ejército davídico se negaban a darles, por no haber participado del combate. David implantó la tradición que se respetaría en lo sucesivo de tomarlos en cuenta para el reparto. Además, David repartió de su botín, regalos generosos a todas las poblaciones que bien lo habían acogido en Judá.

 

El capítulo 31 -el último del Primer Libro de Samuel- se refiere a la muerte de Saúl (uno de los tres relatos diversos que nos presenta la Biblia) y sus tres hijos, cuyos cadáveres fueron hallados en Guilboa y enterrados en Jabés, debajo de un árbol (según esta versión de la muerte de Saúl, que aquí es presentada como un suicidio).

 

Hoy, el relato del Segundo Rollo inicia con un mensajero amalecita que viene a informarle a David cuál había sido el final de Saúl y sus hijos, y que fue mandado matar, porque siendo amalecita, no era digno de crédito, y podía estar narrando a su acomodo la historia de los “héroes” Saúl y Jonatán (esta es la 2da versión que nos dan las Escrituras sobre esta muerte). Más aun cuando él narró haberlo matado por su propia mano, porque cuando lo halló estaba agonizando y él le había rogado que lo auxiliara con la eutanasia.

 

Sal 80(79), 2-3. 5-7

Este salmo es una súplica. ¿A quién suplica el pueblo de Israel? En más de una ocasión hemos repetido que la figura del rey, para el pueblo elegido era la de un Pastor. El perfil del pastor es exactamente el del buen gobernante. ¿Quién era por antonomasia el “pastor” entre las figuras que ocuparon el trono de Israel? Y, la respuesta es David. ¡era él quien estaba pastoreando cuando vino Samuel a ungir al futuro rey, el que había de suceder a Saúl, cuando este último cayó en desgracia a los ojos de Dios.

 

Los evangelios nos han familiarizado hondamente con otra figura del pueblo elegido que es la de una viña. Inclusive Jesús nos dijo que, en esa viña, nosotros somos los sarmientos, porque Él es le Vid: La Vid Verdadera. Este salmo retoma esa imagen para mostrarse a sí mismo como pueblo-viña que le pide socorro -en la tribulación que se abate sobre él- a su agricultor. Habida cuenta de que la viña es un plantío que demanda el mayor cuidado, la poda constante, la vigila permanente si se quiere que cargue racimos frondosos.

 

Este clamor de auxilio que dirigimos al Señor no se ha quedado estéril, ha cargado la vid más frondosa, el propio Jesucristo, nuestro Salvador.

 

Este salmo tiene 19 versículos, de ellos se han tomado 4 solamente para armar la perícopa a proclamar. Con esos 4 versículos se han organizado dos estrofas.

 

Ruega, en la primera, que el Pastor se despierte y acuda protector sobre las doce tribus de este pueblo elegido.

 

En la segunda estrofa le pregunta a Dios si se prolongará mucho el enojo que ha causado que le de a beber vasos y vasos llenos de lágrimas, y los puso en el medio del fuego cruzado de las luchas de los pueblos que lo rodean. Y se han vuelto el objeto de las burlas de todos los concurrentes.

 

En el verso responsorial la imagen de Dios es la del Sol, el sol que ilumina y da vida: Le pide a Dios que traiga su salvación sobre ellos (que somos nosotros) , y su Luz sea Salud y Vida para este pueblo que sin su resplandor se marchitara, víctima como es de tantos acosos.

 

Mc 3, 20-21

Vendrá un tiempo en el cual los seres humanos enloquecerán, y al ver a uno que no sea loco se le enfrentaran, diciendo: “Tú estás loco”, porque es diferente de ellos.

Abba Antonio

 


Jesús llegó a casa. ¿Cuál es la casa de un discípulo misionero? Allí donde se reúnen sus compañeros de fe, sus correligionarios; la casa a la que llega Jesús es a “la barca”, la que en su trasegar está construyendo con nosotros, mientras va dándonos concentradas gotas de sinodalidad. En cualquier parte donde acampen los suyos, allí, Él la toma por “casa”.

 

Donde quiera que Él vaya, nosotros nos agolparemos sedientos y hambrientos de su sabiduría, de sus enseñanzas, de su ejemplo de vida. Lo perseguimos hasta el acoso, sin darle tregua porque necesitamos con urgencia aprender tanto de Él.

 

En estos días hemos venido señalando, cómo los más cercanos, los de adentro, los que identificamos como sus seguidores, sus correligionarios, son los primeros en no poder comprender, en tergiversar su Mensaje, en chocar con otro tipo de expectativas que no tienen que ver con la “Barca” que Él quiere construir. Para estos que son los miembros de “su barca”, Jesús no está edificando el reino, está “enajenado”. A muchos de nosotros nos parece que está “chiflado”.

 

Y esta ha sido una tradición, porque una de las mejores maneras de desautorizar al “maestro” es sugerir que está ido, que “se le corrió la teja”, que está “trastornado”. Apostamos que ustedes también han oído a alguien tratando de desacreditarlos y diciendo que “está trastornado”, que “tiene un tornillo flojo”, que “no nos tomen en serio, que no nos funciona bien el “coco”. ¿No les han dicho algún día “descocados”?

 

El físico-químico Robert Havemann, también filósofo, decía que: “…en una sociedad enferma, el que está sano parece enfermo, y los otros se creen sanos, solamente porque son todos iguales”.

 

¡Ahí pueden reconocer la tripulación de la barca! Hacen propaganda para que no nos hagan caso, para ellos, nosotros sólo somos “deschavetados”.

 

¡Jesús, -a pesar de nuestra incomprensión nos ve como su “Familia”!

No hay comentarios:

Publicar un comentario