miércoles, 17 de enero de 2024

Miércoles de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario

 1s 17, 32-33. 37. 40-51

aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón

Mt 11, 29cd

 



Es menester hacer una exegesis apropiada de la Palabra, a riesgo de caer en la banalidad y vaciarla de su Poder. Si no cuidamos esta condición habrá lectura, pero no Lectura, y dejaremos su Espíritu exangüe. Podemos leer -evidentemente- estas palabras como si estuviéramos leyendo las historietas de Superman, Batman, Flash o Spiderman.

 

Por ejemplo, si la Primera Lectura de ayer no la cargamos con un anclaje adecuado, nos parecerá que Dios obra con gigantesco capricho, que le encanta llevar la contraria, o que le gusta aplicar el truco literario, tan manoseado, de la “sorpresa” porque siempre sale con lo inusitado.

 

Hay que preguntarse seriamente, ¿por qué Dios no eligió a Eliab? ¡Habría sido lo más adecuado! Aquel pueblo necesitaba -según el pensamiento humano, un guerrero experimentado, un verdadero Adalid, que pudiera presentarle cara -como se requerirá hoy- un combatiente que pudiera no sólo manejar las armas sino, también, soportar el peso de armadura. (a David le pusieron la armadura de Saúl, que él -lógicamente- no pudo cargar). ¿A quién tendrá que enfrentar el “Elegido”? El versículo final, de la perícopa de hoy, describe al enemigo, a Goliat (este nombre tiene algún rastro de etimología hebrea y significaría “nómada”), con una sola palabra, lo describe llamándolo גִּבּוֹר [gibbor] “guerrero”, “valiente”, “tirano”.

 

Demos -así sea tan sólo un elemento de aporte- a ¿por qué Dios obra con tanto “desatino”? Si Dios hubiera actuado con otro criterio, habría incurrido en la contradicción con su principio fundamental: la opción preferencial por sus “pequeños”. Sí este principio es válido, Él tenía que elegir קָטָן “al menor”, “al más pequeño”, “al que no tiene la mínima importancia”, de la familia de Jesé. En Su Pedagogía, Él tenía que guardar coherencia. Ese es el trasfondo de la elección de David.

 

Pero aún hay otro detalle digno de mención: si se hubiera inclinado por otro, sería como haber dicho: “Dependo de los mismos valores que ustedes proclaman: la fuerza, la violencia, la guerra, el armamento sofisticado”.

 

¿Por dónde iría una hermenéutica responsable de la perícopa de hoy? Es cierto que en su momento la historieta tenía por objeto justificar el reinado de David, revestir de lucimiento su Linaje, legalizar su nombramiento, precisamente hecho en contra del principio de primogenitura, y, además, en contrahílo del nombramiento del hijo de Saúl, que, según el canon, debía recaer en su primogénito, יהונתן Jonatán, nombre este que significa “YHWH lo ha dado”.

 

Pero hoy en día, ¿cómo habría que enfocar? David había ido al frente de batalla a llevarles una lonchera a sus hermanos, que les había mandado su papá. Nos ayuda mucho para encaminarnos, un axioma contenido en la perícopa de hoy: “El Señor no salva con lanza y espada”. Muchas veces se soslaya este principio tan rotundamente postulado en esta parte de la historia, siendo que es el verdadero núcleo. Aun otra frase de hoy, ratifica el enunciado: Pone en evidencia que Goliat -el representante del Filisteos- apela a los recursos inapropiados, le dice David: “Tu vienes a mí con cimitarra, lanza y jabalina”.

 

Habría que tatuarlo en la piel de los guerreristas, de los armamentistas, los herodianos (que siguen rondando, acechando y esperando a los fariseos contemporáneos en todos los recovecos de la vida), los heraldos de la cultura de la muerte. Mientras no nos sacudamos esta “idolatría” de destrucción y sangre, no podremos avanzar ni lo más mínimo. Los aparentes avances, más temprano que tarde se desmoronarán y caerán por tierra como “ídolos con pies de barro”

 

¿Con qué clase de armamento hay que ir a enfrentar cualquier amenaza que surja? ¡Con ningún armamento! sino “En Nombre del Señor del Universo”.

 

Pero David no se declara en huelga, no dice “que Dios se encargue, que yo me voy a esconder en un rincón seguro”. Lo que caracteriza a este “Pastor” es que siempre, óigase bien, ¡siempre! enfrenta los leones y osos que se presenten. Hoy se le retrata con una expresión de diligencia. La perícopa nos afirma que “David corrió veloz a la línea de combate”. Nosotros que hemos sido ungidos también para la realeza, en nuestro bautismo, tenemos como ungidos una triple vocación: a la responsabilidad y pronta respuesta, a la fidelidad con el compromiso y a la firmeza de la fe.

 

Sal 144(143), 1bsd. 2. 9-10

Este es un salmo de Bendición. Pide el cobijo del Santo Nombre para el pueblo personificado en su Adalid. La primera parte de este salmo se refiera a la “batalla escatológica” que libra Dios contra el Mal. En cambio, la segunda parte nos habla de la Paz alcanzada simbolizada en abundancia, en silos repletos, en familia alegremente congregada, en dicha por fin lograda.

 

Muchos de los aspectos tomados en cuenta por el salmo son los que David tiene en su certeza y firmeza al enfrentar la amenaza. David sabe que Dios es escudo, es fortaleza, es roca, es alcázar es baluarte. Además, YHWH le entrega todos los pueblos a su dominación.

 

La tercera estrofa pone a David bajo la protección de la bendición y el salmista le agradece a YHWH que ponga su escudo sobre David, que le haga precisos y ágiles los dedos en el manejo de su honda y que lo tenga guarecido ante el ataque de la espada maligna.

 

El responsorio bendice a Dios por ser su Castillo Amurallado que le rinde beneficioso resguardo de todos los peligros.  

 

Mc 3, 1-6

Estamos hoy, ante la quinta y última de las controversias.


 

Jesús sabe perfectamente que el asunto del Sabbath es un punto álgido. Los de la sinagoga, básicamente los fariseos, estaban al acecho: lo observaban para ver si curaba en sábado…

 

Y ¿por qué es tan importante lo del Sabbath? Por tres razones que entran en juego:

1)    El filo y la punzada de este “dogma” del Sabbath es para delimitar una frontera para esa fecha semanal: el límite es un factor Creativo (como lo es Dios), o destructivo (como lo es el Maligno. O sea, en el fondo la pregunta de Jesús es: este Santo Día es un día del Paráclito o del Tentador.

2)    El Sabbath es un día para obrar el bien o para hacer el mal.

3)    El tema de la vida, de la vida humana, es lo que está en juego: Este Día ¿es un día de salvación o es un día para azuzar la muerte y echarles a las fauces otra presa?

 

Aquí, se requiere recordar ¿para qué se estableció el Sabbath?

 

Cuando el pueblo de los Israelitas estaba esclavo en Egipto, no podían descansar ningún día. No había Día Santo. Todos los días eran días de explotación, sin tregua. ¡Dios no se cansa! En nuestra antropomorfización de Dios, nos imaginamos que Dios se fatigaba y que -muy seguramente- después de pasar 6 días Creando, en el 7º, tendría necesidad de “descanso”, ¡y le vendría bien!

 

Pero no hay tal. Dios no se fatiga, pero el hombre si necesita parar un Día y recordar que sobre él está Dios, y que Dios lo creó y lo dignificó y le asignó un Día para volver los ojos hacia su Causa y Origen, y Glorificarlo. Es el ser humano el que necesita parar para darse cuenta que hay Un-Dios, Misericordioso, que nos ha dado el ser y la dignidad. El Séptimo Día está para recordar que Dios nos sacó de la esclavitud: Es lo que se celebra en el Sabbath. Por eso el Sabbath es Santo.

 

Como ellos no contestan a la pregunta sobre lo que está permitido hacer en Sabbath, (y no contestaban porque estaban ocupados tendiendo la trampa, armando su mecanismo y aguardando que Jesús la pisara), los miró ὀργή [orgue] “airado” y συλλυπούμενος [sulupoumenos] “lleno de condolencia”, “de pesar”, al darse cuenta de su incapacidad para compadecerse del hombre de la mano tullida. Le ordenó que la extendiera

 

Todo el veneno de la cobra se concentró en sus colmillos, llamó a las otras de la camada para ponerse de acuerdo y atacar todas a la vez y juntar veneno en una sola tarascada y así garantizar que no podría salvarse de la muerte. La perícopa concluye con la confabulación: la trampa fue efectiva, lograron cazar su perdición. ¡Ya estaban perdidos desde el mismo momento en que el Maligno les dio su lamida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario