sábado, 5 de mayo de 2012

LA CONSIGNA ES “RESISTIR”

Hch 9, 26-31; Sal 22(21), 26-31; 1Jn 3,18-24; Jn 15, 1-8

La Resurrección era la justificación de todo cuanto Jesús había sido, hecho y dicho en su vida, de sus juicios y decisiones, de sus mandatos y recomendaciones.

Carlo G. Vallés. sj.

…Tú eres la vid
que me alimenta
y hace bello y productivo
el campo de Dios.
Amén

Averardo Dini

1

¿Cuál es el verbo regente en la perícopa del Evangelio, Jn 15, 1-8, que la liturgia nos propone para este domingo? Es el verbo μένω que traducimos como “permanecer”; es bueno recordar que en otros casos se puede traducir como “seguir”, “cumplir con” y en otros como “soportar”. Este verbo aparece en este capítulo 11 veces, de las cuales 8 veces en la perícopa que leemos hoy. Evidentemente el tema de la fe y muy particularmente el del discipulado, está conectado con el concepto de fidelidad, que tiene que ver con permanecer firmes en el seguimiento, cumplir con aquello que Dios nos ha pedido y nos indica que conduce hacía Él; y, finalmente, también con esa resistencia que nos permite soportar cuanto se nos vienen encima, especialmente si es como resultado de le persecución por creer: Así reza la bienaventuranza, “Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Mt 5,10.



El tema del discipulado, y para entenderlo no es necesario hacer un curso de teología, significa una permanencia a través del tiempo. Significa también la capacidad de conservar la fe y obrar los actos que patentizan nuestro credo y hacen la vida coherente con la fe que afirmamos profesar. Una vez nos hemos encontrado con el Divino Maestro, no es el Encuentro en sí lo que hace nuestra fe, sino la manera de vivir que observamos en lo sucesivo. Desde ese momento empezamos a vivir Jesús-mente, en la medida en que καρπὸν φέρειν “demos fruto” (la perícopa insiste siete veces en esta idea).

Muchos juegan al fraude, se declaran creyentes y seguidores de Jesús, pero, introducen entre cada declaración, largas temporadas de una vida increyente, impía, esa forma de vivir que para englobar en una sola palabra llamamos “vida de pecado”, es decir, una forma de vivir que ofende a Dios, que lo defrauda porque Él “tienen derecho a esperar”, es un Padre que nos ha dotado de todo, y no espera para Él, espera que redituemos frutos a la sociedd, a nuestros semejantes, a la construcción de un Reino de paz, amor y –evidentemente- de justicia. Pero quien vivie de espaldas a Dios, le da la espalda a sus prójimos. El que así procede ἐὰν μή τις μένη ἐν ἐμοὶ ἐβλήθη ἔξω ὡς τὸ κλῆμα καὶ ἐξηράνθη καὶ συνάγουσιν αὐτὰ καὶ εἰς τὸ πῦρ βάλλουσιν καὶ καίεται. “se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.” Jn 15, 6.



En la perícopa que conforma la Segunda Lectura del Hoy 1Jn 3, 18-24, nos dice con todas las letras la condición de la permanencia: καὶ αὕτη ἐστὶν ἡ ἐντολὴ αὐτοῦ, ἵνα πιστεύσωμεν τῷ ὀνόματι τοῦ υἱοῦ αὐτοῦ Ἰησοῦ Χριστοῦ καὶ ἀγαπῶμεν ἀλλήλους, καθὼς ἔδωκεν ἐντολὴν ἡμῖν. “Este es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros, (καθὼς) conforme al precepto que nos dio.”

2


Ἐγὼ εἰμι ἡ ἄμπελος ἡ ἀληθινὴ “Yo soy la vid verdadera” esta es una de las parábolas que mejor explica el significado del Cuerpo Místico de Cristo. Lo primero que de ella se concluye es que los seguidores de Jesucristo forman un organismo vivo, un todo orgánico, una totalidad viviente. Jesús mismo es la planta, nosotros somos las ramas, si nos desconectamos de la planta, automáticamente perdemos la vitalidad, nos secamos, no damos ningún fruto, además de volvernos estériles estaremos marchitos, secos, y nuestro único sentido será el fuego, puesto que seremos ramas muertas, leña seca.

De esta manera, el Cuerpo Místico de Cristo, son todos los creyentes, de todas las épocas, de todos los tiempos. Todos los santos y los justos de todos los tiempos. Todos aquellos por quienes ha corrido la savia de Jesucristo y se han vivificado en ella. Todos nuestros frutos, no son nuestros, son frutos de Jesús retoñados en nosotros. En la analogía botánica, somos los vasos conductores de la savia. Somos como “mangueras” vivientes que, en vez de traer un líquido que apaga, transportamos una fuerza que aviva, que da vida en plenitud.



Muchas veces hemos caído en una visión meliflua y bucólica de la santidad. Visualizamos a los Santos como personajes alejados del mundo, levitando y con una exclusiva vivencia espiritual. Nos gusta invitarlos a leer la vida de los santos, porque tan pronto entramos en contacto con sus biografías, descubrimos que fueron personas muy comprometidas con el mundo, personas que asumieron una posición muy definida en la sociedad de su tiempo, atacados y perseguidos –es cierto- todo menos aleluyaticos flotadores en los espacios siderales. Su vida fue la transmisión de la savia; su santidad consistió –precisamente- en transportar la vitalidad de Jesús, en transparentar al Resucitado. Ellos han sido las neuronas que – a través de los siglos- han conservado y patentizado que Él está vivo, que Él es, el Ἐγὼ εἰμι; que Él es la Vid Verdadera.

Sobre esta temática hay que recordar las palabras de San Juan Eudes: «Debemos continuar y cumplir en nosotros los estados y Misterios de Jesús, y pedirle con frecuencia que los realice y lleve a plenitud en nosotros y en toda su Iglesia… Porque el Hijo de Dios tiene el designio de hacer participar y de extender y continuar sus Misterios en nosotros y en toda su Iglesia por las gracias que Él quiere comunicarnos y por los efectos que quiere obrar en nosotros gracias a estos Misterios. Y por este medio quiere cumplirlos en nosotros.»[1] Agrega El Catecismo, “Estamos llamados a no ser más que una sola cosa con Él; nos hace comulgar, en cuanto miembros de su Cuerpo, en lo que Él vivió en su carne por nosotros y como modelo nuestro.”

Queremos dejar muy en claro que nuestra misión es ser transparentadotes de Jesús, en cada momento de la historia, y hoy por hoy, en pleno siglo XXI. Eso –hoy más que nunca- significa permanecer en la Justicia y la Solidaridad. “Esa es la Gloria de Dios Padre…”, concluye la perícopa del Evangelio de San Juan para este Quinto Domingo de Pascua, ἐν τούτῳ ἐδοξάσθη ὁ πατήρ μου, ἵνα καρπὸν πολὺν φέρητε καὶ γένησθε ἐμοὶ μαθηταί. “…Que produzcamos mucho fruto, llegando a ser con esto, mis auténticos discípulos” Jn 15, 8

3

«Dos formas de persecución: el asesinato y la marginación

La persecución de los discípulos de Cristo puede asumir dos formas diversas que hoy es importante saber reconocer. Están descritas de manera ejemplar y profética en el capítulo 13 del libro del Apocalipsis con la imagen de las dos bestias: la bestia que sube del mar (Ap. 13, 1-10) y la bestia que sube de la tierra (Ap 13, 11-18). La bestia que sube del mar es identificada con el poder político que se sitúa en el puesto de Dios mismo y “hace la guerra contra los santos y los vence”, condenando algunos a prisión y otros a la espada.




La “segunda bestia”, la que sube de la tierra, también persigue a los santos, pero de modo diverso: en general, no mata, sino que margina y relega al ostracismo. Su tarea es “obligar a los habitantes de la tierra a que adoren a la primera bestia” (Ap 13, 11ss). Es un poder de persuasión oculta, una especie de ministerio de propaganda del Dragón…La segunda bestia no usa preferentemente armas, sino la cultura y la opinión »[2]

¿Serían estos motivos suficientes para arrancarnos de la Vid y resignarnos?  Nuestra respuesta es ¡no! Sin embargo, una cosa es contestar desde aquí, cómodamente sentados frente a la computadora, y otra, bien distinta, es sufrir el acoso de una de las dos bestias, o de ambas y, entonces contestar a la pregunta. Sin embargo, el número de mártires con los que cuenta la fe de Jesús es enorme; muchos han llegado a pensar que esta sangre ha sido el abono de la planta entera, de esa unidad viva que llamamos el Cuerpo Místico de Cristo.

4

La historia nos cuenta que Saulo de Tarso fue de los adeptos de la Primera Bestia, la que sube del Mar; en la Sagrada Escritura leemos que él estaba allí y cuidaba la ropa de los torturadores que mataron a piedra al primer mártir de nuestra fe cristiana: San Esteban. Hch 7, 57-60.

En la perícopa que leemos hoy como primera lectura, los primeros cristianos no aceptaban a Pablo por estos antecedentes, no podían aceptar que hubiera cambiado tan radicalmente y que de perseguidor hubiera pasado a ser uno de ellos y que ἐπαρρησιάσατο ἐν τῷ ὀνόματι Ἰησοῦ. “predicara valientemente (en ἐπαρρησιάσατο está contenida la idea de “abiertamente”, “con ardor” “sin reservas ni miramientos” casi que podríamos decir “temerariamente”) en el nombre de Jesús”. Hc 9, 27c



El salmo nos hace concientes que callar la Buena Nueva es prácticamente imposible. Si se callara las piedras gritarán (Cfr. Lc 19, 40) o como lo dice el propio San Pablo en su primera carta a los Corintios, en el versículo 16c ¡Pobre de mí si no anuncio el Evangelio! Y no es un tema de ayer, o de hoy, es un tema de siempre. Esta generación lo anuncia y le pasa el mensaje a la siguiente y así sucesivamente hasta cuando –por fin- florezca la justicia. Cfr. Sal 22(21), יָ֭בֹאוּ וְיַגִּ֣ידוּ צִדְקָתֹ֑ו לְעַ֥ם נֹ֝ולָ֗ד כִּ֣י עָשָֽׂה׃

En la perícopa de la primera carta de San Juan que forma la Segunda Lectura para la liturgia de este V domingo de Pascua se nos entrega el desciframiento de la permanencia. ¿Cómo sabemos si verdaderamente permanecemos en Jesús, la vid verdadera? Pues aquí va, en el versículo 24: καὶ ὁ τηρῶν τὰς ἐντολὰς αὐτοῦ ἐν αὐτῷ μένει καὶ αὐτὸς ἐν αὐτῷ· καὶ ἐν τούτῳ γινώσκομεν ὅτι μένει ἐν ἡμῖν, ἐκ τοῦ πνεύματος οὗ ἡμῖν ἔδωκεν. “El que guarda sus mandatos permanece en Dios y Dios en él. Y por el Espíritu que Él nos ha dado sabemos que Él permanece en nosotros.” Como se nota, este versículo está perfectamente compuesto en clave de permanencia, formando unidad explicativa y complementaria con la Parábola Evangélica de la vid, en el capítulo 15 de San Juan.

Quisiéramos hacer mención aquí de una cita de la primera de Corintios que trae a colación Carlos G. Vallés: «Repito el texto de Pablo: “La cabeza no puede decir a los pies; ‘No os necesito’”. Los que somos hermanos menores, cristianos humildes, soñadores impenitentes, peregrinos errantes, viñadores de última hora, exploradores de fronteras, soldados de a pie lejos de todo lo que pueda ser influencia directa, peso institucional, voz oficial o representación masiva, también contamos a la hora de formar Iglesia»[3]

Y esto ¿a qué viene? Pues bien, en la pauta decodificadora (hermenéutica, dirán los expertos) que nos ofrece José Bortolini, señala él los tres temas más importantes del capítulo 15, indicando que el primero en importancia es que «la comunidad de los seguidores de Jesús es una comunidad de iguales, sin privilegios ni jerarquías.»[4] Esto nos regresa directo a la cita de Carlos G. Vallés: «: “La cabeza no puede decir a los pies; ‘No os necesito’”. Para que no haya división alguna en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen lo mismo los unos de los otros’ (1Co 12, 21.25) No nos olvidéis.»[5] Y esto se lo dice el Padre Vallés a “las autoridades centrales de la Iglesia Católica”.


5



Nuestra perícopa evangélica habla de poda, de limpieza, dice que: πᾶν κλῆμα ἐν ἐμοὶ μὴ φέρον καρπὸν αἵρει αὐτὸ, καὶ πᾶν τὁ καρπὸν φέρον καθαίρει αὐτὸ ἵνα καρπὸν πλείονα φέρῃ. Dios arranca los sarmientos estériles, y que a los que dan fruto los poda (καθαίρω este verbo en griego es también depurar, limpiar, purificar), para que den mas fruto Cfr. Jn 15, 2. Pues bien, como estamos en tónica de parábolas, aquí viene una tratando de ilustrar  ese καθαίρω que Dios hace con nosotros:

Había una pareja, que iba de paseo a Inglaterra. A ellos les gustaba ir de compras a una tienda de "Vasijas de Barro". A los dos les encantaban las antigüedades, especialmente las "Tacitas de Te".

Un día en aquella bonita tienda, vieron una linda "Tacita de Te", ellos preguntaron, ¿podemos apreciarla? nunca hemos visto una "Tacita" tan linda. Cuando la vendedora les mostró, de repente "La Tacita" hablo  "Usted no entiende" y dijo también: no siempre he sido una "Tacita de Te", alguna vez fui roja, y de barro, entonces mi maestro me tomo, me enrollo, me moldeo, una y otra vez,  yo gritaba "déjeme sola" pero el solo sonreía y decía: "Todavía No"

Luego me puso en una rueda, "La Tacita de Te" dijo: de repente estaba dando vueltas y vueltas, grite "pare" me estoy mareando, pero el maestro cabeceo y dijo: "Todavía No".

Después me puso en el horno, nunca antes había sentido tanto calor, me pregunte: ¿Por qué me querrá hornear? y gritaba y tocaba la puerta del horno, y yo lo podía ver por la ventanita del horno, y le podía leer sus labios y cabeceaba y decía: "Todavía No". Finalmente abrió la puerta del horno, y me puso en una repisa y me empecé a enfriar, y dije: aquí me siento mejor. Luego me paso una brocha y me pinto totalmente, y el olor era horrible, sentí deseos de vomitar, y gritando decía: "pare, pare", pero el solo cabeceaba y decía: "Todavía No"

De repente nuevamente me puso en el horno, pero no como el anterior, este era dos veces mas caliente, y pensaba que me iba a asfixiar, le rogaba y suplicaba, y gritaba y lloré todo el tiempo que estuve en el horno. Y todo ese tiempo lo podía ver por la ventanita del horno, cabeceando y diciendo: "Todavía No"

Entonces sabia que no tenia ninguna esperanza, decía: No soporto mas, no aguanto mas,  estaba lista a renunciar; pero el abrió la puerta del horno y me saco y me puso en una repisa. Una hora mas tarde, me dio un espejo y me dijo: Mírate, y lo hice, y dije: "Esa no soy yo"  "esa no puedo ser yo" ¡es Bonita!!! ¡Soy Bonita! El dijo: Quiero que recuerdes, que te dolió que te enrollara y moldeara, pero si te dejaba sola, te ibas a resecar.  Se que te mareantes cuando te puse a dar vueltas en la rueda, pero si paraba te ibas a desmigajar. Yo sabía que te iba a doler estar en el horno, pero si no te ponía dentro del horno, te ibas a quebrar. Se que los olores de la pintura eran fuertes, pero si no hacia esa parte, no te ibas a endurecer, y no ibas a tener ningún color en tu vida. Y si no te hubiera puesto la segunda vez en el horno, tú no hubieras podido sobrevivir por mucho tiempo, porque no te hubieras endurecido fuertemente. Ahora eres un producto terminado, tú eres lo que yo tenía en mi mente cuando te tome desde el principio.

Dios sabe lo que Él esta haciendo con cada uno de nosotros, El es "El Alfarero" y nosotros somos su "Barro". Él nos hace y nos moldea para que seamos una pieza de trabajo impecable, para cumplir su buena, grata y perfecta voluntad. No hay tentación que nos exceda a excepción de lo que es común para el hombre; y Dios es leal, y nunca nos dejará tentar mas allá de lo que podamos soportar. Pero por Su Fuerza y con la ayuda del Espíritu Santo, podemos encontrar la manera de soportar la “poda”.


6

Propuesta de moniciones
ACOGIDA

Queremos vivir toda nuestra vida a la Sombra de Nuestro Señor Misericordioso, queremos cristificar nuestra existencia, que todo tenga sentido por Jesús, lo bueno y lo menos bueno, lo que nos poda y nos purifica, queremos ser contados entre los suyos, queremos pertenecerle y vivir de tal manera que se transparente nuestra conciencia de que sin Él nada podemos. Hoy, nos encontramos frente al Altar para implorar de Dios la fortaleza de vivir una vida coherentemente cristiana, una vida de Amor a Dios y al prójimo. Una vida de fidelidad a nuestra fe y al ejemplo de Jesucristo. Una vida, en fin, que sea transparencia de sus Enseñanzas.

Asístenos, Señor, con tu Fuerza y tu Bondad, te lo rogamos por tu Misericordia Infinita para que alcancemos la constancia, la decisión y tu Gracia, porque sólo con tu Ayuda lo lograremos.


LITURGIA DE LA PALABRA

Observamos como los hermanos en la fe cuidan y protegen a su hermano Pablo cuando lo persiguen para matarlo. Así también nosotros debemos cuidarnos unos a otros cuando seamos perseguidos, cuando el peligro nos amenace, cuando las dificultades nos acosen.

San Juan en su carta nos garantiza que una vida coherente con la ley de Dios nos concederá la complacencia del Padre Celestial en todo cuanto le pidamos. Y nos explica que esto lo percibimos y lo sabemos gracias a que nuestros sentidos están fortalecidos con la Gracia del Espíritu Santo.

En el Salmo proclamamos que la herencia de ser hijos de Dios y merecer sus desvelos y su cariño es una tradición que va de padres a hijos y a nietos. Señor, te suplicamos que también todos nuestros descendientes te canten, te alaben y te gloríen, hasta el fin de los tiempos

Escuchemos ávidos de conocer y vivir a la Luz de la Palabra.


ORACIÓN UNIVERSAL DE FIELES

Presidente
La Gracia y la Fuerza de Dios son necesarias para vivir según sus Mandamientos. Pero, sabemos, como lo dice el salmista que: “Vivirán para siempre los que lo buscan”. Acogidos a Tu Promesa venimos a ti para pedirte.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • Para que llenos del Espíritu Santo el Obispo de Roma, Benedicto XVI, y los otros Obispos pastoreen tu grey en plena concordancia con tu Evangelio.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • Por nosotros, tus fieles, para que viviendo unidos a Ti sea nuestro alimento Tu Sagrada Palabra y el Pan y el Vino Eucarísticos.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • Por las niñas y niños abandonados, violentados, abusados, maltratados, expósitos y por los abortados para que huérfanos del amor humano encuentren en ti protección, amparo y Amor.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • Por todos los fieles, para que –como lo dice el propio vocablo- guardemos fidelidad a tu Amor y nuestra respuesta a tus Mandamientos sea abundante en obediencia y amor al prójimo.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • Suba nuestra oración hasta Tu Presencia por aquellas mujeres que se engañan creyendo encontrar una solución a sus temores y aprensiones abortando y que no sólo dudan de tu Bondad-Sin-Límites sino que les falta el valor para defender el fruto de sus entrañas, por ellas te pedimos.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • En este día, oramos por todas las madres que al trasmitirnos la vida, cantan un himno de fe y confianza en Ti, ellas a pesar de las dificultades y críticas de que puedan ser victimas, defienden con su gestación que el Único dueño y Señor de la Vida eres Tú, Dios de los Cielos.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid
  • Por los damnificados y las victimas de la prolongada ola invernal para que tu Socorro y tu Misericordia –Padre Providente- les haga justicia y los resarza en todas sus necesidades y penurias.
Que seamos sarmientos unidos a tu Vid


Presidente
Padre Celestial, la vida se ve perseguida y atacada por todos los flancos: se ataca la familia, se ataca la vida de los adultos mayores, la de los bebés en los vientres maternos; se ataca a los que te siguen y a los que anuncian tu Palabra. Por intercesión de María Santísima, te rogamos toques el corazón de quienes tienen el poder terrenal para salvaguardar y defender la vida.  

Te lo pedimos por Jesucristo, el Resucitado, Adalid de la Vida hasta dar la suya propia, y que vive y reina por los Siglos de los Siglos Amén.



[1] San Juan Eudes, TRACTATUS DE REGNO IESU. Citado en el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA # 521
[2] Cantalamessa, Raniero. LAS BIENAVENTURANZAS EVANGÉLICAS. OCHO ESCALONES HACIA LA FELICIDAD Ed. San Pablo Bogotá- Colombia 2008 p. 129
[3] Valles, Carlos G. sj. SIGLO NUEVO, VIDA NUEVA EL MILENIO DE LA ESPERANZA Ed. San Pablo 1999 p. 64
[4] Bortolini, José. CÓMO LEER EL EVANGELIO DE JUAN EL CAMINO DE LA VIDA San Pablo 2002 p. 159
[5] Valles, Carlos G. sj. Loc. Cit.

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