jueves, 12 de diciembre de 2024

Viernes de la Segunda Semana de Adviento

 


Isaías 48, 17-19

Hemos entrado de lleno en el Deutero-Isaías.

-Primero, tuvimos un bloque (40,12 - 49,13) que contrapone la Grandeza de YHWH contra la vacuidad de las deidades paganas.

-Luego un segundo bloque (42,14 – 44,23) donde se exhibe la fidelidad de Dios para con los que han sido llevados al exilio.

-El tercer bloque (44,24 – 48,22) muestra que Dios les da una garantía de salvación a su pueblo.

Como bien se nota, esta perícopa de hoy pertenece y concluye esta tercera parte.

 

Este profeta que nos habla en el Deutero-Isaías, ha sido convocado para que sea un heraldo de “consolación”; pero, en cumplimiento de ese optimismo que debe proclamar, ¿se engañará pensando que el pueblo de Israel está convertido? ¿Piensa el profeta que la deportación ha sido terapia suficiente para que este pueblo crea y se convierta?

 

¿Parte del trabajo profético consiste en no perder las proporciones y llevar al absoluto la defensa de sus amparados pensando que son enteramente inocentes? La fidelidad de Dios no obnubila al profeta frente al Israel consuetudinariamente desleal y duro de corazón. ¿A dónde lo ha llevado tamaña testarudez? A la subyugación bajo la férula de los gentiles. Han probado el amargo sabor de convivir con infieles y pasar sus días junto con idolatras.

 

YHWH ha elegido “instruirnos” para nuestro bien. El Señor vuelve a referirse a sí mismo como גָּאַל [ga´al] “Libertador”, “Redentor”, “el que rescata”, “padrino”. ¿Cómo ejerce este “apadrinamiento”? Marcándonos el camino a seguir.

 

Pero como nosotros hemos desoído sus מִצְוָה [mitsvah] “preceptos”, “Mandatos”: lo que hemos logrado es huir de las bendiciones que el Señor nos tenía deparadas:

a)    Bienestar como un rio

b)    Justicia como las olas del Mar.

c)    Descendencia tan numerosa como las arenas de la playa

Y, sobre todo, el Nombre de este pueblo no habría sido aniquilado. Y lo más grave y doloroso: El nombre de este pueblo ha sido borrado de la Presencia del Señor. Él ya no lo tiene ante sus ojos.


 

Hay una coda para esta tercera parte que concita a los desterrados a salir de Babilonia del sometimiento bajo el yugo caldeo (cfr.Is 48,20). Allí encontramos un llamado a ir a la fuga, a dejarlo todo y arriesgarlo todo porque más vale vivir en libertad que ser esclavo de idolatras:

Salgan de Babilonia, huyan de los caldeos.

Anuncien esta noticia con gritos de alegría,

Y denla a conocer hasta el extremo de la tierra.

Digan: ¡El Señor ha libertado a Jacob su siervo! (Is 48, 20)

 

El capítulo concluye con una predicción adversativa, dirigida a los enemigos de la fe en Yahweh:

Para los malos en cambio, no hay bienestar.

El Señor lo ha dicho. (Is 48, 22)

 

 

Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6

El salmo quiere prevenir al pobre que no se deje meter en la cabeza la ideología de los grandes.

Marcelo de Barros

El salterio es una colección de cantos populares, que los estudiosos han dividido en cinco colecciones, y donde el salmo 1, actúa como prólogo sapiencial y didáctico. El Libro de los salmos se llama תְּהִילִים [Tehilim] en hebreo, esto es, alabanzas. Pero el Salmo de hoy, no es una Alabanza, propiamente, valga decir que, el Salterio inicia con una “Bienaventuranza”, no con una Alabanza. Y ¿quién es bienaventurado? El bienaventurado cumple cuatro atributos:

      i.        No sigue el consejo de los impíos.

     ii.        No va por la senda de los descarriados,

    iii.        No se sienta en la misma banca de los pérfidos

   iv.        Se complace en le Ley de Dios y la medita noche y día.

 

Este salmo es una verdadera introducción didascálica: La primera Lectura nos pone ente los ojos que Dios en su Misericordia ha decidido “instruirnos” para que podamos “discernir” el camino que vamos a tomar. No elegimos nuestras opciones a oscuras, no vamos por la vida al azar; por el contrario, vamos atravesando la vida con un mapa muy definido. Es muy curiosos que, teniendo un excelente mapa a mano, optamos por querer saber más que el mapa y nos vayamos por donde el mapa, precisamente, no aconseja.


 

«Dios es conocedor del camino del justo, el que insinúa presencia e intimidad. Sin embargo, el camino de los impíos nadie lo conoce por que ellos simplemente se pierden solos, no tienen destino. (Eliseo López)

 

¿Quienes optan en contravía del mapa? Sin lugar a duda, los impíos que son capaces de empezar el dialogo con la Divinidad gritándole: ¡mentiroso!

 

¡Se necesita ser muy cínico!

 

Esta época del Año Litúrgico es una hermosísima oportunidad de iniciar un proceso de Conversión, y para quienes ya se han embarcado, para revisarlo, para evaluarlo, para observar detenidamente cuál es nuestra fidelidad en el seguimiento del “mapa” que tan generosamente se nos ha obsequiado y que bien podríamos llamar el mapa del Tesoro, porque no a otra parte nos guía este mapa, sino al Tesoro de los tesoros.

 

La primera palabra del Salmo es אַ֥שְֽׁרֵי־ [esher], que significa “bienaventurado”, “gozoso”; esta palabra empieza con אַ֥ [aleph] que es la primera letra del alefato; el último versículo de este salmo contiene la palabra תֹּאבֵֽד [to-bed] “perecerá”, (nuestra traducción dice “acaba mal”), que inicia con la letra ת [tav], la última del alefato; es como decir, de la a hasta la z, o mejor aún, alfa y omega, referenciándonos al alfabeto griego. El salmo es capaz, -con este recurso- de abarcar la totalidad, y subsumir el todo a la Divinidad. Convirtiendo este reto de metanoia en un eje existencial para el creyente que quiera ser fiel a la Alianza, y no en algún aspecto, sino en toda su vida y en todas las facetas.


 

«La idea de los dos caminos es muy fecunda por su radicalidad: o uno u otro. Implica opción. Y toda opción es radical, por más que se la intente atenuar, agregando adjetivos tipo “preferencial” … este salmo no teme presentar a un Dios parcial, que solo conoce el camino de los justos.» (Marcelo de Barros)

 

El salmo no nos permite filtrar por debajo del tapete alguna ambigüedad con la escala de los grises; muestra que hay una verdadera polaridad en oposición. El salmo nos advierte aún algo más: Sólo siguiendo sus indicaciones seremos un árbol que carga frutos dulces, frutos apetecibles, frutos paradisiacos, frutos bondadosos: ¡Y que cuanto emprendamos, Dios hará que tenga buen fin!

 

Mt 11, 16-19

La consciencia es como un núcleo recóndito, como un sagrario dentro del hombre, donde tiene sus citas a solas con Dios, cuya Voz resuene en el interior. Y gracias a la conciencia, aquella ley que se cumple en el amor de Dios y del prójimo se le da a conocer de modo maravilloso.

Gaudium et spes #16

Si Jesús hubiera jugado fútbol, se habría decretado, por parte de sus contendores, que el fútbol era un escándalo. Si Jesús se hubiera dedicado a la música, es indudable que se habría proclamado un decreto condenando a muerte a todos los músicos. Si Jesús hubiera tomado sopa, los “doctores de la Ley” habrían encontrado algún recoveco para afirmar que la ruta de la santidad era el “seco”, porque la sopa era “impura”.

 

Por eso, hemos de dejarnos instruir por el Señor, Él en su Bondad nos ha dado la “Voz de la Consciencia” para que sepamos optar, porque sobre Él y en torno a Él, todas las opiniones y confusiones se cernían y se siguen cerniendo.

 

Juan -el bautista- hizo su opción por una vida de frugalidad, ¿qué decía la gente sobre él? Que era un poseído. Jesús hizo su opción por la naturalidad, comía lo que le ofrecían, bebía junto con los de su comunidad, se trataba con todos, sin necesidad de ir de frac o de sacoleva, y ¿qué dijeron de Él? Que era un comilón y un borracho y que se mezclaba con la gente de la más baja ralea.

 

¡Pero esos criterios son desautorizados por el propio Jesús! En realidad, la sabiduría se muestra por las obras sabias, y no por los prejuicios que Dios nunca enseñó ni para aquella época, ni para ninguna, ni para el pasado, ni para el presente.

 

Pero cuando vayas por las calles de la vida, encontrarás siempre en una calzada, los que tocan la flauta; y en la otra, los que cantan lamentos y plañen, de ambos lados encontrarás ojos que te miran desafiantes, retándote los unos a que llores con ellos y los otros a que bailes. Uno debe proceder a consciencia.

 


“Por consiguiente, los cristianos, precisamente por la fidelidad a su consciencia, se unen a los demás hombres en la búsqueda de la verdad y de la plena solución de tantos problemas morales. De ahí que cuanto más se impone la recta consciencia, tanto más los individuos y las comunidades se apartan del arbitrio del ciego y se esfuerzan por ajustarse a las normas objetivas de la moralidad” (Gaudium et spes #16)

 

Nos encante la formulación que acuñó Santo Toribio de Mogrovejo, y la proponemos para darle nombre al “Mapa” que nos regaló Dios para dirigir nuestros pasos: ¡Al único que hay que tener siempre contento es a Nuestro Señor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario