Is
7, 10-14; 8,10
Para
celebrar hoy, esta fiesta, regresamos al Proto-Isaías; más exactamente al Libro
del Immanu-E, que está constituido por una sserie de oráculos, y comprende la
sección 7,1 – 9,6, y cuyo marco temporal engloba los años 734 – 732 a.C. Los
capítulos 7-12 de Isaías, conforman el Libro de Immanu-El (con nosotros-Dios);
nos hallamos en el reinado de אָחָ֖ז
Acaz (o Ajaz), hijo de
Jotán de Judá, gobernó entre el 734 a. C. - 715 a. C. frente a la guerra
siro-efraimita (736 a. C.-732 a.) aquí Efraím es una manera de referirse al
reino Septentrional de Israel, se alía con Tiglat Pileser III de asiría, y, para
consolidar ese “alianza” rinde culto a las divinidades extranjeras, pone en el
Templo un altar que había visto en Damasco y que le había llamado la atención.
Llegó a sacrificar a su propio hijo, y hacerlo pasar a fuego, atentando contra
el linaje Davídico.
El
núcleo de la perícopa es el signo del Inmanu-El. El profeta llama al orden a
Acaz, y le dice que le pida una señal a Dios, Acaz contra argumenta con una
supuesta fidelidad a la Escritura que no va a pedir ninguna אוֹת
[oth] “señal”, “signo que sirve de argumento para demostrar algo”, porque sería
como “tentar” al Señor (Cfr. Dt 6, 16), es decir, ponerlo a prueba. En verdad
lo que quiere es salirse con la suya y hacer lo que le parezca, para no
reconocer que en realidad él desconfiaba de Dios y le parecía que era mejor
confiar en “hombres”, con un ejército profesional.
La
señal será que “una doncella” concebirá y dará a luz un hijo, y le podrá por
nombre עִמָּ֖נוּ אֵֽל Immanu-el. Cuando las dificultades eran muy grandes, el Rey no
engendra el hijo, sino que el hijo es engendrado por el propio Dios, en esas
circunstancias, el nombre no lo pone el Padre, sino la Madre.
Al
llegar aquí debemos decir que todo el capítulo nos habla de la “confianza en
Dios”, que debe ser una confianza a toda prueba. No consiste en decir si yo
creo en tal y tal; es mucho más que eso, es dar el salto al vacío.
Sal
67(66), 2-3. 5. 7-8
Es
un salmo Bendicional porque se está pidiendo a Dios que derrame sus
Bendiciones. Sabemos, en un nivel superficial, que somos el “pueblo elegido”,
que estamos vinculados a Él por la Alianza. Pero, en el nivel profundo…
¡Sabemos nada!
La
poesía tiene una peculiaridad -dicen que se inventó para facilitar la
memorización, en las culturas pre-literales, donde la falta de la escritura
obligaba al aprendizaje memorístico de todo el texto. Solemos pensar, también,
que memorizar una poesía de una página es una tarea sobrehumana. En particular
en una cultura que ha elevado al estatus de la memoria a un nivel de indeseable
y está proscrito aprender algo de memoria. Se dice que muchos de los textos que
tanto valoramos nos legaron gracias a esta manera de “conservación”. Incluidos
los textos bíblicos más antiguos.
Para
facilitar la mnemotecnia, se usaban las rimas, las acentuaciones, le repetición
de palabras, como en el presente caso donde hay una asociación sonora pendular
gracias al regreso una y otra vez de ciertas palabras: bendiga/bendice, den
gracias, tierra/mundo, gobiernas, naciones/pueblos, alaben. En ese ritmo
pendular hay muchísimo de sístole/diástole.
¡Qué
felicidad que hayamos sido elegidos por Dios para la Alianza!
1ª
estrofa: Que el Señor arroje su Resplandor sobre nosotros y su Brillo nos haga
caer en la cuenta que Él es el Sendero Único de la Salvación, que se entere el
Mundo Entero.
2ª
estrofa: La Justicia de Dios es un lujo que nos alegra a todos, qué otra cosa
puede esperar uno que vivir en un contexto donde la Justicia sea respetada.
3ª
estrofa: La tierra ha dado un fruto, si el Señor lo bendice será un fruto
propicio. Y, entonces, nadie querrá desobedecerle, todos serán conscientes que
lo mejor que puede suceder es lo que Dios tiene “proyectado”.
La
clave para nuestra vida consiste en conocer los caminos que nos llevan al
Señor. A veces pensamos que lo importante es que uno conozca el Camino y lo
siga. Y los de más ¡que se soben!
En
cambio, en el salmo, este “conocimiento” es “para toda la tierra”: Esto llena
de sentido la tarea Evangelizadora. En realidad, de verdad, cuando logramos “poner
en común” el conocimiento del Camino, entonces, no soy yo solito el que se
salva, no soy exclusivamente yo el que recorre caminos de Santificación. «Sí,
acoger a Jesús y llevarlo a los demás es la verdadera alegría del cristiano» (Benedicto
XVI). Es entonces cuando la bendición se derrama, es entonces, y sólo entonces
que hasta los límites del universo llega la relación devota y piadosa con Dios.
Esta relación intensa y amorosa con Dios depende de la docilidad con la que
recibimos el anuncio y de la donación voluntaria a Su Cumplimiento. No basta
decir Señor, Señor; … y, nos parece que tampoco basta con decir “he aquí el/la
esclav@ del Señor”, si sólo se dice de dientes hacia afuera, sin que el corazón
doble la cerviz con la disponibilidad de ánimo para cumplir sinceramente esa
Voluntad. Y, para eso, se requiere dar
otro paso: ¡abrir el oído a Su Palabra que es el lugar donde está manifiesta
esa Voluntad!
Responsorio:
Esto sólo se cumplirá cuando todos de buen grado repitamos con María Santísima:
“He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra”.
Lc
1, 39-47
Dios no mide lo que hago por la cantidad, sino
por la calidad con que lo realizo. Y la calidad se mide por la presteza dela
caridad.
Pedro Jaramillo Rivas
La
línea mesiánica en esta perícopa está mostrada en la bina María / Jesús,
mientras que el pueblo de Dios encuentra su personificación en la otra bina:
Isabel / Juan el bautista. Si no fuera por el Antiguo Testamento, no tendríamos
ninguna pista para poder reconocer en Jesús al Mesías y en Juan el Bautista, el
Nuevo Elías. Sólo por medio de la Escritura podemos llegar a ver en Jesús el
cumplimiento de todas las Promesas que Dios nos había hecho. Un verdadero
regalo del Cielo.
Cómo
va María a casa de Zacarías, el Evangelio nos revela que fue σπουδῆς [spoudes] “aprisa”, “con diligencia”,
“avanzando velozmente”, “moviéndose con gran rapidez”, “dando todo de sí”. Nos
maravilla siempre como antepone a los demás y como se pospone a sí misma. Sin
duda hay diferentes clases de “prisa”: «La prisa de María no es la que quema
nuestras jornadas, llenas de un frenético sucederse de compromisos y de
demasiadas cosas por hacer (hasta olvidar lo que realmente cuenta), sino que es
la “prisa de la caridad”, la que invita a poner a un lado lo que quisiéramos hacer
para nosotros y nos mueve hacia el prójimo, hasta dedicarle tiempo y afecto. Y
mientras nuestra prisa es fuente de dispersión y de distracción y no deja
tiempo a Dios y a los hermanos, la prisa de María está paradójicamente en el
origen de una intensa y profunda meditación de la historia de la salvación y
del actuar de Dios contenida en el cántico del “Magnificat”. (Primo Gironi)
Concluye la perícopa diciendo: que María da al Shema toda su
trascendencia, cree lo que oye. “Dichosa tú, porque has creído”. Porque lo que
oye, lo vuelve escucha y lo lleva al Seno Virginal de su corazón y su mente,
sólo después será Portadora de Él en su Vientre.
En los dos últimos versos de la perícopa de hoy, tenemos el
inicio del Magnificat: Ella dice, “Proclama
mi alma la Grandeza del Señor”, la palabra en griego es Μεγαλύνει [megalunei] “Magnifica”, “Engrandece”, “Declara
Grande”. «La expresión es casi paradójica: ¿cómo se hace para magnificar al
Señor, hacerlo más grande de lo que es? … el verbo usado por María revela un
afecto profundísimo, una emoción muy intensa. Es un querer que Dios sea lo más
grande posible como una madre que ama tanto a su niño que desea sea el más
bello, el más feliz, el más grande de la tierra. María ama a Dios con todas sus
fuerzas, lo ama locamente, con un amor contemplativo que la hace salir de sí.» (Carlo María Martini)
Una de las letanías dice: “Arca de la Nueva Alianza”, arca en
hebreo es תֵּבָה [tebah] “arca”, “caja torácica”, (con razón se dice que ella
guardaba todo lo referente a Jesús en su “corazón”); será su pie el que pise la
cabeza de la serpiente. Aquí Dios mismo nos primerea, es Él el que sale en
nuestra búsqueda, es Él quien va preguntando “que quieres que haga”. Todo en Él
es salvación, todo en Él es vida. Y María siempre está a la altura de su Misión
de Arca: “María es conocida como el primer Sagrario porque fue el lugar donde
Jesús tuvo su morada, primero en su vientre y luego en su corazón”. Pro el teólogo
dice al revés, primero lo concibió en su Corazón -en el Arca de su caja
torácica- y sólo luego de alojarlos en la médula de su amor, lo contuvo en su
Vientre Inmaculado.
El que viene a Visitar es recibido con agasajo, con regocijo,
con un “salto de gozo”. Ya desde el vientre materno está Juan reconociéndolo.
Él nos representa muy bien porque intuye lo que nosotros no hemos podido reconocer.
Los padres de la Iglesia solían decir que el pecado mayor es el del Olvido, el de la Indiferencia ante Él. Uno no necesita ver, basta oír la Palabra La fe tiene un aspecto impresionante, ¡se da antes de ver! Porque ve más allá de lo perceptible por los sentidos, llegando a captar aún más allá.
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