1Tes 3, 7-13
Concluyendo
el balance del proceso fundacional de la Comunidad Tesalonicense, San Pablo
reconoce que, a pesar de todas las presiones en contra, como son las
persecuciones, él y su equipo misionero, se sienten alentados al contemplar la
firmeza de su fe y su estabilidad en la fidelidad.
Entonces,
sobreviene una plegaria de Acción de Gracias, rogando por la sinodalidad
fundada en la solidaridad y el amor fraterno.
Resistir
es lo que se precisa, Pablo y sus compañeros saben que sólo mediante la Asistencia
Divina podrán “afianzar sus corazones” y mantenerse firmes e ἀμέμπτους
[amemptous] “irreprensibles” hasta la Parusía. Hemos destacado esta palabra
porque es un valor cristológico que Pablo establece como puente hacia la
conformidad con la Divina Voluntad. Esta categoría nos habla de “pureza”. De
“estar puro de la contaminación del pecado”; que Dios no tenga nada que
objetarnos.
Esta
Carta -ya se ha dicho- encaja en la definición de Epístola Escatológica, y al
pensar y plantear la cuestión de la Segunda Venida, se da preaviso de lo que
será nuclear en la Segunda Parte, en especial en las dos últimas perícopas que
estudiaremos el lunes y martes de la semana entrante. Tema pivote de la Carta.
Sal
90(89), 3-4. 12-13. 14 y 17
Este
salmo de súplica parece montado con dos piezas poéticas de distinta
procedencia: la primera pre-exilica, mira hacia Dios Magnificente contrastando
la enormidad de Dios con la insignificancia de la criatura; en cambio, la
segunda poesía es definitivamente post-exilica, y tiene una visión de Dios bien
diversa, de proximidad y paternidad.
Un
aspecto muy notable es el sentido de comunidad que reviste el interlocutor de
Dios, nunca es un yo, -ni un egoísta, ni un solipsista-; siempre un
“nosotros”; el que interpela es un pueblo, y el portavoz, el salmista, habla
desde su sentido de pertenencia, con conciencia de ser un simple “vocero”.
Un
detalle de relieve es que la ruega a Dios que nos dé la capacidad de saber
medir el tiempo de estancia en la tierra, para saberlo aprovechar, para
gastarlo en los más valioso, para que gocemos de חָכְמָֽה [jak-maj] “sensatez”. El uso sabio de cada
instante de existencia.
Muy
importante es el verso responsorial: Siendo un salmo de súplica, hay que
prestar especial atención a qué es lo que se está pidiendo: sácianos de tu
Misericordia y estaremos alegres. La Misericordia que pide, en hebreo, es la
lealtad de parte de Dios a su Alianza; y la alegría es רָנַן [ranan] “dicha festiva".
Dice que temprano en la mañana nos regale Su Fidelidad con el Pacto de la
Alianza, para que, llegado el atardecer de la vida, podamos acogerlo con la
dicha festiva de haber sido socorridos.
Mt
24, 42-51
Aquí
empalma el Evangelio con la Primera Lectura, en cuanto se toca el tema de la
Parusía: Dice Jesús, que uno tiene que estar γρηγορεῖτε [gregoreite] “en vela” o sea “alerta”,
“vigilante”, como se dice ahora 24 X 7 porque esta Segunda Venida, no tiene
fecha en nuestros calendarios humanos. Miren lo que pasa normalmente, por
ejemplo, con los estudiantes, así sean universitarios, se les encarga una
“tarea”, y por lo regular, se va postergando su desarrollo, de manera tal que,
casi siempre terminamos cumpliéndola a última hora, o -todavía más grave-
incumpliéndola.
Podríamos
llamarla “la manía postergatoria”. Y si Él llaga y estamos desapercibidos ¿qué
será de nosotros?
Que
no seamos como ese amo de casa que ve en la pared un boquete propicio para los
ladrones y resuelva inmediatamente… que lo arreglará el año entrante, porque
mientras, es muy improbable que algo pase, … y le parece que el boquete ha
estado ahí por años, y ¡nunca ha pasado nada!
O,
aquel empleado que ha sido muy especialmente contratado para pagar salarios,
bonificaciones y entregar los “paquetes alimentarios” a los subalternos, pero
él dice, no creo que ahora en septiembre tengan hambre, o cuentas por pagar, en
octubre menos, y noviembre es un mes muy tranquilo, casi no se gasta nada;
decide -por su sola cuenta- que va a adelantar un programa de ahorro y dejará
pagos para diciembre, o tal vez para más adelante, y él le ve dos ventajas: a)
cuando reciban paga los empleados tendrán una buena suma una sobre otra, y b)
se evitará llevar tantas planillas contables, porque se puede resumir todo por
cuatrimestres… o más.
Viene
aquí, en esta perícopa una bienaventuranza, en Mt 24, 46, para el criado fiel y
prudente, es decir sensato -que en el buen sentido significa aplicar el sentido
común, no hay que hacer un curso de lógica avanzada, por pura intuición podemos
suponer que la dicha la tendremos si el Día que el Señor Vuelva, estamos
cumpliendo a cabalidad nuestro encargo, nos entregará las “Llaves del Reino”,
nos constituirá Mayordomos de la Casa Real del Rey de reyes y Señor de señores.