miércoles, 5 de diciembre de 2012

χαῖρε, κεχαριτωμένη


Salve, Llena de Gracia

Gloriosas realidades se pregonan de ti,
María, porque de ti nació “el sol de justicia”,
Cristo, nuestro Dios.

Antífona de Comunión

1
«Dios el Padre escogió a María para que se convirtiera en Madre de su Hijo. Desde el momento en que ella fue concebida en el vientre de su madre Ana, María era libre de pecado. Esto era un don único del Señor, porque ella se convertiría en la Madre de su Hijo. Esto fue una demostración de su amor por ella, no por algo que ella hubiese hecho, sino por lo que le sucedería al plegarse a su Voluntad. Honramos a la Virgen María por el singular amor que Dios le tiene.
A través de la intercesión de María con Dios Padre, rogamos porque Cristo renazca nuevamente en nuestras vidas en este muy especial día de celebración.»[1]
2
«El carácter constructivo de la narración brilla todavía con mayor claridad al constatar que los elementos del diálogo entre el ángel Gabriel y María proceden, en su mayor parte, del antiguo Testamento. Existían ya como formas estereotipadas al uso:»[2]
«…la narración es una construcción artificial se nota cuando constatamos que los elementos del dialogo entre Gabriel y María están copiados del Antiguo Testamento. El saludo “alégrate” (v.28) esta sacado del profeta Sofonías (Cf. 3, 14). Le expresión “El Señor está contigo” es del libro de los Jueces (Cf. 6, 12), cuando un ángel se le aparece a Gedeón. “No temas” (v.30) es la frase que el ángel Gabriel le dice a Daniel al presentársele (cf. Dn 10, 12) “Nada hay imposible para Dios” (v.37) lo encontramos en Gn 18, 14 cuando un ángel le anuncia a Abraham que le nacerá un hijo… Lucas ha recopilado, así, frases importantes del Antiguo Testamento referidas todas a intervenciones de Dios en la historia, y con ellas ha tejido un relato sobre la más grande de las intervenciones divinas en la humanidad»[3]
«No puede menos de admitirse que el anuncio del nacimiento de Juan en Lucas 1, 5-20 y el anuncio del nacimiento de Jesús … obedecen rigurosamente a un esquema único:
1)    Aparición de un ser celeste
2)    Anuncio del nacimiento de un hijo
3)    Imposición del nombre
4)    Revelación de su futuro
…. Los exegetas hablan, por esta razón, de “esquemas de anunciación”»[4]
Cuándo Ariel Álvarez Valdés analiza el “esquema de anunciación” encuentre cinco elementos «bien definidos.
1)    La aparición del mensajero celeste
2)    La turbación o el miedo del personaje
3)    El mensaje, que el enviado trae de parte de Dios
4)    Una objeción, que el personaje pone, y que servirá para que se aclare mejor el mensaje.
5)    Un signo, que el ángel da al personaje para confirmarle que viene de Dios.»[5]
Mientras Lohfink señala el ensamble de dos estructuras que se yuxtaponen: Primero, el esquema de anunciación y luego un “esquema de vocación”.
«Resulta, por consiguiente, claro que el conjunto de la narración de Lc 1, 26-38 se compuso a base del Antiguo Testamento. El autor no se contentó con tomar del Antiguo Testamento unas fórmulas estereotipadas (ejemplo: “Nada hay imposible para Dios”); ajustó además su narración a un esquema ya existente en el Antiguo Testamento, o, mejor dicho, se atuvo a dos esquemas veterotestamentarios combinándolos.
1)    Aparición de un ser celeste                                      Esquema
2)    Anuncio del nacimiento de un niño                           de       
3)    Imposición del nombre                                             anunciación
4)    Revelación de su futuro
5)    Dudas del hombre                                                    Esquema
6)    Aclaración que disipa las dudas                               de vocación
7)    Signo fehaciente»[6]

Concluye Ariel Álvarez Valdés
«Todas recibimos, cada día, una invitación parecida a la que recibió María. Una invitación a realizar algo para que el plan de Dios se siga cumpliendo en nuestros hogares, en nuestra familia, en nuestra sociedad. Dios se introduce en la casa de cada uno, como el ángel en la de María, para pedirnos colaboración. En nuestro “si” están en juego muchas cosas. Y con nuestro “no” se frustran muchas otras… Pero falta mucho todavía para que se cumpla la obra de salvación de Dios. El mundo no está como Él lo quiere. Hay hambre, hay odio, hay injusticias, hay violencia. Sigue haciendo falta, aún, nuestro sí»[7]
3
«Señor Jesús
tu Madre, la Ss. Virgen María,
Madre nuestra,
nos mostró la forma de vivir nuestra fe,
como responderte
como ser discípulos tuyos
como vivir para serte agradables.
Tu madre Señor
nos dio el ejemplo de entrega
de sumisión, de disponibilidad
y generosidad.
Ella sin entender, supo decir sí
sin ver claro lo que le pedías, dijo sí
con todo lo que implicaba decir sí, dijo sí
aunque lo que tú le pedías
le cambiaba sus planes, dijo sí
aunque eso le podría traer problemas, dijo sí.
María es la mujer del sí incondicional
la mujer de la entrega total e incondicional
María es la mujer según el corazón de Dios.
por eso Señor danos también a nosotros
la gracia para siempre responder sí,
para decirte siempre Sí, sí como María,
para decirte como María:
“Hágase en mí según tu Palabra”.
Así sea.



María,
María del sí
María del hágase
María del aquí estoy
María tú que te diste toda
para que Dios actuara en ti
María tú que fuiste cubierta
por el poder del Espíritu Santo
María tú que sentiste crecer
al Hijo de Dios dentro de ti
María tú que creíste en Dios
María tú que supiste decir sí
María tú que dejaste tus planes y proyectos
para hacer los de Dios.
María tú, mujer, Virgen, Madre
María tú, Madre mía
María tú, madrecita santa
María tú, Virgencita santa
intercede por mí, pide por mí, ayúdame.
Ayúdanos a celebrar una santa Navidad
que cada uno sintamos
al niño Jesús nacer en nuestro corazón
Que nos sintamos más cerca de Dios
que sea una Navidad de Dios.
que tu Hijo nazca en cada corazón
en cada hogar.
Así sea. »[8]




[1] Buckley. Mnsr. Michael ORACIONES PARA EL CATÓLICO DE HOY Ed. Planeta Colombiana Bogotá-Colombia 2002. p. 111-112
[2] Lohfink, Gerhard. AHORA ENTIENDO LA BIBLIA. CRITICA DE LAS FORMAS Ed. Paulinas Madrid España. 4ª Edición. 1977 p. 165
[3] Álvarez Valdés, Ariel. ¿QUÉ SABEMOS DE LA BIBLIA (III) Ed. Centro carismático “Minuto de Dios” Bogotá – Colombia pp. 83-84
[4] Lohfink, Gerhard. Op. Cit p. 166
[5] Álvarez Valdés, Ariel. Op. Cit. pp. 85-86
[6] Lohfink, Gerhard. Op. Cit p.170
[7] Álvarez Valdés, Ariel. Op. Cit. p. 92
[8] Weisesee Hetter, Jesús Antonio. Pbro. EVANGELIOS DE LA INFANCIA MATEO – LUCAS LECTIO DIVINA. Febic – Lac. Federación Bíblica Católica. Bogotá D.C. – Colombia. pp. 54-55.

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