χαῖρε, κεχαριτωμένη
Gloriosas realidades se
pregonan de ti, María, porque de ti nació “el sol de justicia”, Cristo, nuestro
Dios.
Antífona de Comunión
1
«Dios
el Padre escogió a María para que se convirtiera en Madre de su Hijo. Desde el
momento en que ella fue concebida en el vientre de su madre Ana, María era
libre de pecado. Esto era un don único del Señor, porque ella se convertiría en
la Madre de su Hijo. Esto fue una demostración de su amor por ella, no por algo
que ella hubiese hecho, sino por lo que le sucedería al plegarse a su Voluntad.
Honramos a la Virgen María por el singular amor que Dios le tiene.
A
través de la intercesión de María con Dios Padre, rogamos porque Cristo renazca
nuevamente en nuestras vidas en este muy especial día de celebración.»[1]
2
«El
carácter constructivo de la narración brilla todavía con mayor claridad al
constatar que los elementos del diálogo entre el ángel Gabriel y María
proceden, en su mayor parte, del antiguo Testamento. Existían ya como formas
estereotipadas al uso:»[2]
«…la
narración es una construcción artificial se nota cuando constatamos que los
elementos del dialogo entre Gabriel y María están copiados del Antiguo
Testamento. El saludo “alégrate” (v.28) esta sacado del profeta Sofonías (Cf.
3, 14). Le expresión “El Señor está contigo” es del libro de los Jueces (Cf. 6,
12), cuando un ángel se le aparece a Gedeón. “No temas” (v.30) es la frase que
el ángel Gabriel le dice a Daniel al presentársele (cf. Dn 10, 12) “Nada hay
imposible para Dios” (v.37) lo encontramos en Gn 18, 14 cuando un ángel le
anuncia a Abraham que le nacerá un hijo… Lucas ha recopilado, así, frases
importantes del Antiguo Testamento referidas todas a intervenciones de Dios en
la historia, y con ellas ha tejido un relato sobre la más grande de las
intervenciones divinas en la humanidad»[3]
«No
puede menos de admitirse que el anuncio del nacimiento de Juan en Lucas 1, 5-20
y el anuncio del nacimiento de Jesús … obedecen rigurosamente a un esquema
único:
Aparición
de un ser celeste
1. Anuncio del nacimiento de un hijo
2. Imposición del nombre
3. Revelación de su futuro
…. Los
exegetas hablan, por esta razón, de “esquemas de anunciación”»[4]
Cuándo Ariel
Álvarez Valdés analiza el “esquema de anunciación” encuentre cinco elementos
«bien definidos.
1. La aparición del mensajero celeste
2. La turbación o el miedo del personaje
3. El mensaje, que el enviado trae de parte
de Dios
4. Una objeción, que el personaje pone, y que
servirá para que se aclare mejor el mensaje.
5. Un signo, que el ángel da al personaje
para confirmarle que viene de Dios.»[5]
Mientras
Lohfink señala el ensamble de dos estructuras que se yuxtaponen: Primero, el
esquema de anunciación y luego un “esquema de vocación”:
«Resulta,
por consiguiente, claro que el conjunto de la narración de Lc 1, 26-38 se
compuso a base del Antiguo Testamento. El autor no se contentó con tomar del
Antiguo Testamento unas fórmulas estereotipadas (ejemplo: “Nada hay imposible
para Dios”); ajustó además su narración a un esquema ya existente en el Antiguo
Testamento, o, mejor dicho, se atuvo a dos esquemas veterotestamentarios
combinándolos.
1) Aparición de un ser celeste Esquema
2) Anuncio del nacimiento de un niño de
3) Imposición del nombre anunciación
4) Revelación de su futuro
5) Dudas del hombre Esquema
6) Aclaración que disipa las dudas de vocación
7) Signo fehaciente»[6]
Concluye
Ariel Álvarez Valdés:
«Todos
recibimos, cada día, una invitación parecida a la que recibió María. Una invitación
a realizar algo para que el plan de Dios se siga cumpliendo en nuestros
hogares, en nuestra familia, en nuestra sociedad. Dios se introduce en la casa
de cada uno, como el ángel en la de María, para pedirnos colaboración. En
nuestro “si” están en juego muchas cosas. Y con nuestro “no” se frustran muchas
otras… Pero falta mucho todavía para que se cumpla la obra de salvación de
Dios. El mundo no está como Él lo quiere. Hay hambre, hay odio, hay
injusticias, hay violencia. Sigue haciendo falta, aún, nuestro sí»[7]
Hermoso
el total descentramiento de la Virgen que no canta sobre sí misma, sobre la
historia de su maternidad, sino que ella se propone en su Himno, en la línea de
los Salmos Eucarísticos (Eucarísticos porque son de Acción de Gracias), cantar
-con timbre de proclamación- la “Grandeza del Señor”. Al iniciar este tipo de
Salmos, se inicia con la “Acción de Gracias”, para luego proceder a relatar
como Dios pone su Mano y Actúa para solventar la necesidad y socorrer el
auxilio urgente. Esta relación de la intervención celestial se hace en tres
fases: se menciona el tipo y la gravedad de la amenaza, luego se enuncia cómo
se rogo invocando al Señor; y, en la tercera fase, con muy breves palabras se
dice que Dios respondió. Se concluye el Salmo con una suerte de moraleja: Este
es nuestro Dios, un Dios que atiende, escucha y cumple su Alianza, porque las
alianzas de Dios no son pasajeras o episódicas, la Omnipotencia y la Fidelidad
de Dios es Eterna.
En
la Acción de Gracias, la Virgen anuncia su felicidad que se troca en Gratitud,
en Alabanza. Luego se presenta la amenaza, el problema, el conflicto: Ella (que
no es ella sóla, sino todo el pueblo de Dios, el que se sabe pueblo y el que no
se da cuenta que lo es…también) que es esclava, que está sometida a humillación. Pero,
de inmediato Dios se Revela -desvelando su Omnipotencia-:
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Esta
es la parte profética del Magnificat, de lo cual aguardamos su realización.
Luego se procede a sacar una conclusión:
Auxilia
…, acordándose de Su Misericordia
–como
lo había prometido a
nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
“El
Magnificat es el himno que cantó la vida de María… El Dios que se ha visto a
través de ella, lo contó así… cada vida cuenta a Dios a su manera …. La vida de
cada uno de los que estamos aquí es un Magnificat, Y cuenta a Dios de una
manera. Y no lo contamos con las palabras que decimos ,.. que a veces debajo de
las palabras que decimos hay verdadero veneno -me perdonáis que sea tan duro-
pero, a veces, las palabras bonitas lo aguantan todo… Lo contamos con cómo nos
relacionamos, lo contamos con cómo nos sentimos enviados por Dios, que
amándonos, nos enseña a amar. Lo contamos con cómo amamos, ¡Claro que sí!
Nuestras vidas cuentan muchas cosas, Muchas que ni nos damos cuenta de que lo
estamos contando. Cuenta lo que creemos, lo que nos mueve, lo que amamos,
cuenta nuestras heridas y las huellas que nos han dejado y lo que nos hace
saltar y lo que nos hace todavía encerrarnos en nosotros mismos. Pero cuenta
también nuestros sueños, nuestras esperanzas, nuestros anhelos… por lo tanto
una primera pregunta muy general es ¿qué estoy cantando con mi vida? O ¿qué
está cantando mi vida? Ojalá nuestra vida cante la justicia extraña de los que
dan a todos una oportunidad, y no la de los que todo lo miden por un mismo
racero. ¿Ojalá nuestras vidas canten la fraternidad universal, todavía está
reciente fratelli tutti, y ¡ ya está
olvidado ¡” Nos ha dicho José María Olaizola en el Retiro de Adviento[8].
3
«Señor Jesús
tu Madre, la
Ss. Virgen María,
Madre
nuestra,
nos mostró
la forma de vivir nuestra fe,
como
responderte
como ser
discípulos tuyos
como vivir
para ser agradables.
Tu madre
Señor
nos dio el
ejemplo de entrega
de sumisión,
de disponibilidad
y generosidad.
Ella sin
entender, supo decir sí
sin ver
claro lo que le pedías, dijo sí
con todo lo
que implicaba decir sí, dijo sí
aunque lo
que tú le pedías
le cambiaba
sus planes, dijo sí
aunque eso
le podría traer problemas, dijo sí.
María es la
mujer del sí incondicional
la mujer de
la entrega total e incondicional
María es la
mujer según el corazón de Dios.
por eso
Señor danos también a nosotros
la gracia
para siempre responder sí,
para decirte
siempre Sí, sí como María,
para decirte
como María:
“Hágase en
mí según tu Palabra”.
Así sea.
María,
María del sí
María del
hágase
María del
aquí estoy
María tú que
te diste toda
para que
Dios actuara en ti
María tú que
fuiste cubierta
por el poder
del Espíritu Santo
María tú que
sentiste crecer
al Hijo de
Dios dentro de ti
María tú que
creíste en Dios
María tú que
supiste decir sí
María tú que
dejaste tus planes y proyectos
para hacer
los de Dios.
María tú,
mujer, Virgen, Madre
María tú,
Madre mía
María tú, Madrecita Santa
María tú,
Virgencita Santa
intercede
por mí, pide por mí, ayúdame.
Ayúdanos a
celebrar una santa Navidad
que cada uno
sintamos
al Niño
Jesús nacer en nuestro corazón
Que nos
sintamos más cerca de Dios
que sea una
Navidad de Dios.
que tu Hijo
nazca en cada corazón
en cada
hogar.
Así sea.»[9]
[1]
Buckley. Mnsr. Michael ORACIONES PARA EL CATÓLICO DE HOY Ed. Planeta Colombiana
Bogotá-Colombia 2002. p. 111-112
[2]
Lohfink, Gerhard. AHORA ENTIENDO LA BIBLIA. CRITICA DE LAS FORMAS Ed. Paulinas
Madrid España. 4ª Edición. 1977 p. 165
[3]
Álvarez Valdés, Ariel. ¿QUÉ SABEMOS DE LA BIBLIA (III) Ed. Centro carismático
“Minuto de Dios” Bogotá – Colombia pp. 83-84
[4] Lohfink, Gerhard. Op. Cit. p. 166
[5]
Álvarez Valdés, Ariel. Op. Cit. pp. 85-86
[6] Lohfink, Gerhard. Op. Cit p.170
[7]
Álvarez Valdés, Ariel. Op. Cit. p. 92
[8]
Rodríguez Olaizola, José María. MARÍA, ESPEJO DE NUESTRA ESPERA. 27 de noviembre de 2021 https://youtu.be/UEDSziwTpcY
[9]
Weisesee Hetter, Jesús Antonio. Pbro. EVANGELIOS DE LA INFANCIA MATEO – LUCAS
LECTIO DIVINA. Febic – Lac. Federación Bíblica Católica. Bogotá D.C. –
Colombia. pp. 54-55.
Virgen María, tú que supiste proteger la vida de tu amadisimo hijo, ayúdanos a proteger a nuestra Familia y a cada uno de nuestros hermano. AMÉN
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